El otro componente de la firma, que teníamos pendiente y en el que profundizaremos en este post, es la RÚBRICA.

Este atributo consiste en un “dibujo” inconsciente que forma parte de la firma o incluso la sustituye. Existen firmas en las que no hay contenido de letras, solo nos topamos con este dibujo, la rúbrica. A este tipo de firma se le conoce como firma visé, y es bastante característico de las personas que deben firmar muchos documentos al días por su profesión, normalmente con el objeto de ahorrar tiempo han simplificado tanto la firma que se han quedado con una rúbrica identificativa y sustitutiva.

 

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Según la ubicación, medida y forma de la rúbrica, nos brinda, a los grafólogos, información del grado de autoprotección que necesita el firmante, la independencia, seguridad o adaptabilidad a distintos tipos de ambiente, grado de madurez, angustia, ansiedad, rechazo a la vida social, culpabilidad, etc.

Es un mecanismo que cada persona pone en funcionamiento inconscientemente para poder evadirse, adaptarse o convivir con su realidad y que conjuga con su personalidad.

 

A continuación veremos algunos datos curiosos y característicos de la firma con rúbrica:

1- si la rúbrica está cercana o próxima a la firma, identifica a una persona partícipe socialmente hablando, integrada y con buenas habilidades sociales en general.  2- en cambio, si la está alejada la rúbrica, indica distancia social o baja participación. 3- si la rubrica se realiza antes de firmar, nos indica que la persona tiene una capacidad de planificación y reflexión considerable.

 

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Hasta aquí lo relacionado con la ubicación, ahora mostraremos algunos ejemplos en  base al tipo de rúbrica.

1-rúbrica sencilla nos informa de la naturalidad y espontaneidad de la persona. Confianza en sí mismo, en cambio, 2- si la rúbrica es complicada, nos indica que un alto nivel de (auto)protección, sobrevaloración de sí mismo y con una personalidad con tintes histeroides. También existen firmas que no tienen ningún tipo de rúbrica, 3- mostrándonos una personalidad sin complejos ni miedos, estos han sido trabajados y vencidos, dando como resultado una persona con madurez y asiento.

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Para finalizar, y como dato curioso, diremos que la palabra rúbrica procede del latín “rubrum”, que significa “Rojo”.  Después de haber escrito el nombre y apellidos, con tinta roja se escribía “SCRIPSIT, FIRMAVIT, RECOGNOVIT”  certificando así la autenticidad de la firma.

Con el paso del tiempo, estas palabras latinas se desfiguraron de tal manera que ha llegado a nuestros días en forma de “garabatos” naturales y personales.

 

Esperamos que les haya gustado estos dos post de firmas.  Si ha surgido cualquier duda o curiosidad, pueden dejarlo reflejado en el apartado de comentarios y les responderemos en la mayor brevedad posible.

Gracias por leernos, participar y compartir.